martes, 29 de diciembre de 2009

Verano

El sol emerge de las montañas alejando a la bruma... Es un día de verano que comienza,
un calor burbujeante se acerca.
Se han acabado los trabajos, las reuniones a la sombra de los edificios,
las caminatas al parque durante el descanso.
Se han tomado una pausa nuestras avezadas mentes, y las grises construcciones santiaguinas,
cual punteros de reloj, marcan la llegada del receso y del calor.

Ocupado en mi labor de ocio, se cansa mi alma del mismo aire.
Se cansa mi cuerpo de estar cansado.

Y aparecen entonces mis preguntas y dudas. Y mi mente trabaja cual rumiante tejedora,
en la mas inmensa urdimbre de cristales ensoñados. Confundido por el calor, me embarco en aventuras imaginarias, y escapo hacia la espesura de un bosque lejano...

(respiro)

Robles y Boldos me saludan al pasar, y parece que el sendero se alarga con cada paso.
El viento sopla entre los troncos vestidos de hiedra, y me trae el sonido del agua clara y fresca.
Corro. En mi pecho inflamado aletean sedientas golondrinas, y busco entre el follaje la humedad del río, la corriente refrescante que regala la montaña.
Y me pierdo en la espesura, en la oscuridad del bosque.

Hasta despertar cansado, en el ocio de mi mente.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Clara. "En La Puerta".

Su madre acababa de reñirla otra vez. Otra noche en que despertaba agitada y sudada. Otra noche sin dormir.

Su modesto departamento se encajaba en una pequeña torre a orillas del parque. Estaba en penumbras. Apenas iluminado por las estrellas y el naranja característico de la ciudad.
Se sirvió una copa de blanco, se abrigó con su bata de seda y se quedo sentada en el balcón esperando el amanecer.
"No entiendo de estas cosas madre, no entiendo que quiere decir".

Tres copas después cayó dormida en la alfombra; y se internó en la pesadilla recurrente.

Su madre le mostraba una puerta al final de un oscuro pasillo, en lo que parecía una cabaña mal cuidada con olor a gato, y la exhortaba a caminar. El asunto era que no podía, parecía como si sus piernas fueran las de pinocho antes de que apareciera el hada, y se hubieran cortado los hilos. Se quedaba simplemente ahí, tirada, como una muñeca vieja oliendo a orines de gato. Sin poder avanzar. Hasta despertar cubierta de sudor por el intento de caminar, intentando averiguar qué es lo que significaba...


Continuará

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ensoñación

Sueño

En mis manos encuentro
la frialdad de tus labios y
el reflejo de tu sonrisa
se diluye en mi interior
como barca desatada
en la crueldad de la tormenta

Quisiera recostarme
en el jardín de tus ojos, atorarme
en la estrechez de tu mirada, y capturar
la libertad de tus caricias.

Que mis brazos alcancen la plenitud de su fuerza,
y te regalen a las puertas de la muerte.

Que mi dios maldito me abrigue y prometa;
y me regale tu alma y compañía eternas.



Polvo


Un corazón ruega silencio, y en medio de la habitación
escucha otro suspiro...

De las sombras surge la duda;
engorrosamente vestida; y se plasma indolente
en mi voz y en mi retina.

Reconozco el terror en el espejo.
Reconozco los celos de no verte.
Y me vuelco hacia mi alma dormida,
acalorado de ira,
para buscar entre mis sesos destrozados,
el amor que me dejó tu aroma... olvidado en el polvo,
en el reguero de memorias de mi habitación.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Encarnación


El Humo del cigarrillo bailotea con gracia plateada en la penumbra, apenas iluminado por un trozo de vela, por el brillo de la pantalla.
Intento encontrar en este vaivén de ideas, una conciencia limpia. Una corazonda que permita encontrar la respuesta, a una pregunta inconcreta.

Una máscara, la representación de lo que que queremos decir. Una figura que se regodea en la inconsciencia, clamando por expandir su fuerza latente. Una bestia acorralada que de pronto surge de maneras escalofriantes, o incontrolables. Una careta, una vida, la función de una compañía circense en la agobiada vida, una vida que aveces, ni siquiera nos damos cuenta que vivimos.

¿Somos desconocedores de aquellos espíritus escondidos en lo remoto de nuestra biblioteca psíquica? Creo que no.
Cuando debemos elegir un disfraz, ¿pretendemos hacerlo al azar?, ¿quizás tomando en cuenta los colores de la tela o el presentimiento en nuestro interior?
¿Y si lo que nos impulsa es la mascota de nuestra conciencia? ¿Ese ser indomable y silvestre que juega a entrar y salir de nuestros deseos?
Convivimos a fondo con animales y seres fantásticos. Con emociones inhibidas, y acciones condenadas. Un ser encerrado y controlado intentando salir, esa pasión que nos acompaña al dormir, que sale cuando menos lo esperamos.

Te invito a la liberación de tus deseos ocultos. A invertir los papeles que nos repartió la ley y la ética de nuestros padres.

¿Tendrás el valor de encontrarte conmigo?
Una alfombre roja nos llevará a la intimidad de unos "oscars" atemporales, a la oportunidad de ser otro por unas horas.

Atiende el teléfono de tu inconsciencia, y escucha mi pronto llamado.

Atiende la emoción de un encuentro dieferente.

jueves, 29 de octubre de 2009

Clara

La joven recorre las calles oscuras,
azorada por la fragilidad de su sombra.
Y se pone al cubierto de las miradas ajenas tras los árboles enegrecidos.
Su madre siempre le dijo que tenía dones especiales,
que en sus venas se escondían extraños poderes.

Y ahora, tras su muerte, no dejaba de pensar en ello.

Que sentimiento mas extremo, el de perder a la única persona que tenía en el mundo. La única que nunca la llamó "Clara la enferma".

Giró sobre si misma para mirar por última vez las criptas grisosas. Allá, a unos cien metros, soñaba para siempre el cuerpo de su madre. Se llenaba de gusanos su sonrisa tierna. De tierra se cubría la calidez en sus abrazos.
"Tu camino se aleja del mío, y ya no puedo seguirte" pensó.

Y caminó hacia la plaza de la esquina, tocó el bolsillo de su pantalón, sacó un cigarrillo y lo encendió: "Ahora me toca vivir"...



Continuará...

Canción de la Noche Perfecta.

Ocupado entre informes y libros
mi cabeza se desgarra en busca de tus besos
La distancia me rodea como un aura constante
de pétalos rabiosos, con ganas encendidas
con ganas de bailarte al son de mis brazas.

Descubro debajo del mantel,
calladito y esquivo, el sonido de mi deseo
que se cuela por dentro y a través,
que recorre el camino de mi sangre humana
hacia el flagelo de mi mente trabajosa

Me recuesto en un rincón oscuro, y te llevo
besando mi pecho desnudo
escondidos en las sombras de la imaginación nocturna
vamos a coger a espaldas del tiempo.

No hay comprensiones mundanas para el amor a distancia
no hay telepatía esotérica capaz de acertar a nuestro pacto,
porque la pasión no sabe
ni de ciencias ni complejos

Porque la carne pide,
y el corazón se queja.

Tu piel será mi alimento esta noche,
que mis besos se encajen en tus muslos apretados
y que tus quejidos engrandezcan el amor de mi ser eterno

Que las estrellas me guíen al tesoro de tu vientre
y encontremos juntos el éxtasis de nuestro encuentro secreto
Que se llene la copa de nuestras esperanzas
y el amor nos envuelva con la alegría del alba.

Mi amor, mi unicornio casi extinto.
Mi ente preferido...
Seras en mí esta noche secreta.
Cerrarémos el círculo esta noche perfecta.

viernes, 23 de octubre de 2009

Sonata de una esperanza Nocturna

Que sucede ahora? Porque clama mi pecho ardiente en medio de la noche?
Por que debo llevar a cuestas el paraíso perdido hace tiempo?

Es un viaje, una carrera, un estatus por alcanzar que aveces se nubla y se aleja, y otras veces se acerca sigiloso, para aparecer de pronto, resplandeciente y hermoso, como una esperanza maravillosa...

Quien puede rebatir el esfuerzo constante? quien puede culparme por la negligencia?

Sucede que el esfuerzo no es suficiente, sucede que mis fuerzas se esconden, se alejan y huyen... sucede que no encuentro la forma, de alcanzar eso que me ayude a luchar....

Y de pronto me veo, en la sombra de mi reflejo, como un triste vagabundo, en busca de la sobrevivencia diaria, en busca de un anhelo suficiente, capaz de reconfortarme...

La decepción y la culpa, la melancolía de un invierno feliz... las ganas de un abrazo. La necesidad de un amor incondicional me habla de algún dios inexistente, de algún espíritu bohemio como yo, acompañante y sincero. Comprensivo y amante.

Encuentro en mi copa el consuelo distante, la inyección inanimada de algún laxante diario, una cura discreta para mi pena mayor...
La lucha es intensa entre mis ganas y mi energía. La extenuación cansina... el desesperado grito por una bebida que me llene de fuerza, las ganas de seguir caminando, se cruzan con mi mente humilde y la imaginación fecunda de tristes recuerdos....

Ya no se ni porqué escribo, ya no se ni siquiera lo que digo...

Quisiera ser un vampiro, eterno y despreocupado... ahogado en la inmortalidad de la existencia, en la inmejora del mundo... un ser extraviado del tiempo, abogado de la vida eterna, despreocupado de las veredas mundanas.

Pero soy extinto. Apenas una vela de cumpleaños que en cualquier momento será soplada, una pequeña luz en el eterno universo, una idea vaga, un corazón doliente.

Encontrar qué?
En búsqueda de qué?

Casi me rindo ahora, casi se apaga la verdad en mi.
Y me quedo solo, en las sombras de mi hogar. Perdido en el asombro de mis dudas.
Acongojado por esperanzas viejas.
Usado por el amor prohibido...





jueves, 15 de octubre de 2009

Emociones Tardías

¿Carecen de sentido las emociones tardías?

Si pensamos que los sentimientos y emociones son medidas del organismo ante situaciones o estímulos, entonces ¿que estímulo nos hace recordar de tal modo que nacen en nosotros emociones alejadas del presente real?
Alguna marejada de olores, o quizás una caricia de conserva, cosas que nos empujan a dar un paso atrás, un alto en la carretera, tomar el teléfono de emergencia y llamar al celular que perdimos hace tiempo... ¿qué buscamos?
Muchas veces me pregunto porqué algún recuerdo o memoria me hace daño, o porque me río de situaciones lejanas. Las emociones tardías son algo así como soluciones parche, como un salvaguarda para cuando el presente nos impulsa a desconectarnos, una "cuerda huida" o una espina molesta imposible de quitar.
La sociedad siempre veloz nos impide mirar atrás con ojos de crecida madurez, de observar con tiempo aquello que nos sirvió, o lo que quizás pudimos aprender. Y como humanos que somos caemos en el carrusel del ombligo, y nos dejamos arrastrar por un torbellino cuyo centro esta en nuestro pecho, y nos llena de burbujas que, dependiendo del recuerdo, nos hacen reír o llorar.

No hay duda de que las emociones y sentimientos llenan el vacío que deja la banalidad, que pueden dar sentido al camino que recorremos, y que según los estudiosos, nos ayudan a sobrevivir.

Pero, ¿vale la pena vivir de recuerdos felices?, aveces escucho personas que se regocijan rememorando lugares, amores o contextos felices, sin embargo viven su vida ahogados en copas melancólicas y medio vacías. Vale para los recuerdos tristes, personas entre las que aveces me cuento, que nos aferramos a racontos algo masoquistas, en un flashback constante que nos deja en agujeros oscuros, nos ocultamos detrás de grandes anteojos, cuando podríamos disfrutar de la calidez del sol, de la alegría del viento.

Las emociones tardías, libros que ya leímos hace tiempo, y que retomamos en momentos inoportunos.

La seguidilla de pasajes que seguimos toman sentido con la sonoridad que se toma nuestras víceras, aquello que nos hace replantearnos la profundidad de las cosas, el "lado humano", las emociones son chispasos de energía palpitante, motivaciones encarnadas. Son movimiento constante. Creo que debemos sentirlas, disfrutarlas y abrazarlas en el momento. Aceptar lo que sentimos es un paso adelante en la carretera de la autorealización... un atajo a la felicidad.

No sirve de nada ocultarlas en la intimidad de nuestras almohadas, lo mejor es compartirlas con nosotros mismos, y regalarlas si corresponde.
Los recuerdos son algo que no se puede borrar, son la biblioteca del alma, la historia de la cual debemos aprender, para luego mirar con altivez y llenos de orgullo, que lo que pasamos, lo vivimos hasta el fondo...

Carpe Diem

martes, 13 de octubre de 2009

22 meses

Nadando me encontraba, en un silencio caótico, en un pasar tedioso...
Sumido en dudosos venires, en tramites sin sentido.
Y de pronto, sin planificación alguna, tropecé contigo.

Y me mirabas y te miraba, con pasión y disimulo nuestra historia comenzaba.

Y me encanté de tus sonrisas y maneras. De la melodía de tus movimientos, del valor de tus palabras.
Observé con cautela tu andar seguro y rostro despejado. Tu pecho cautivo de aquella camisa blanca, disfrutando el cortejo silencioso, la complicidad del instante.

Yo me recosté y tu que te sentaste, como sombras en la penumbra, tu mirada y la mía, bailaron al compás de un nuevo tango silencioso...

El sabor de aquel encuentro, como fuente inagotable de alegría repentina, aun recuerdo en el cuaderno de mi mente, como un milagro inesperado, como un regalo de la suerte. Como un secreto a voces, como un grito silente, que resuena en mi garganta: el placer de conocerte.

De tu nombre a tu aroma, de tu voz a tus labios, nos fuimos acercando al calor de nuestras almas. Y dejamos de balancearnos en la cuerda de las ilusiones, y comenzamos a tomarnos, a sentirnos, a tocarnos.

Soy un joven distraído que encontró el amor esquivo, soy un príncipe encantado, feliz y enamorado.
Somos juntos soñadores, de mares y paraísos; anfitriones de una fiesta que recién comienza, cocineros de una vida nueva.

Hoy celebramos veintidós meses; hoy celebramos el plato de entrada, hoy de un "nosotros" soy consiente.
Despegamos del planeta soledad, hacia el universo de nuestras caricias, con el compromiso renovado y la esperanza en alto.

Hoy quiero decirte que contigo soy un noble; un hombre completo, sensible y profundo. Hoy quiero que sientas la firmeza de mi abrazo, que mi mano no te suelta, que soy tuyo... que te amo.



Hace algún tiempo que vienes escuchando, esa cancioncilla tuya; la que habla de esperanzas y sueños, de motivación sentida.

Hoy te digo amor,

Mi paraíso eres TU.



viernes, 25 de septiembre de 2009

Madrugada

Debería decir que lo siento..
Debería pedir disculpas a mi conciencia y a la tuya,
y recoger los trozos de sensatez que dejamos en aquel parque.

En este momento, cuando han pasado la frustración y la rabia, no se me ocurre otra cosa que pensar en el por qué de las cosas. De pensar por ejemplo, en las flores y regalos. De sentir por ejemplo, que el amor me abandona, y me deja vencido, llorando como un niño.

En vela como estoy, no encuentro paz en mi conciencia, y el sueño se aleja una vez más, arrastrando cadenas y tambores. Escribo sin pensar, dejando a mis manos recorrer las teclas al compás del silencio. Y mis ojos culpables, celebran la cogoja de mi alma con desconsiderada elocuencia.

Mi mente busca trabajosa, la metáfora perfecta. Aquella capaz de librar la batalla de mis conceptos, esa que sabe dulce en la amargura del momento, esa que salva... la que consuela.

¡Infeliz la hora en que me despierta la noche, y me deja trabado sobre un mar de emociones tardías! ¡Infeliz el pasillo de mi corazón abierto, que desgarra de angustia mi agitado pecho!

... ...

Que se vaya la poesía, ligera y humilde. Que se calme su voz tronadora, y me deje simplemente. Con la voz temblorosa de un hombre, que con su miedo se aleja sangrante, por el sendero que lleva al olvido.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Partes y Fragmentos


Apartar de mí el deseo de continuar, de seguir aferrado a la promesa de algún mendigo. O la voz de aquellos que dicen amarme. Quiero; víboras del bosque, que su abrazo frío y mortal, renueve mis entrañas suspirantes, quiero con ustedes retornar al verde silencio. Tronar las palabras multiuso sobre escarchadas y pacientes rocas. Almacenar los puños en bolsillos vacíos, esperando la llegada del sueño blanco, del invierno aberrante y lejano. Cubierto de verde y coronado de ortigas, un amasijo de emoción llorosa, una esperanza de roble ya olvidada.

.o.

...Y recorro descalzo por la senda que dibuja la prescencia del dios. Tánatos, querido amante de las no caricias, que con calma despides a los fieles afortunados con tu don de sueño eterno. ¿Cuántos caminos más andaré?, ¿Cuantas tardes soportaré el juego de tu esquivo y celoso hermano? Desgraciado de mi. ¿Soy acaso a tu moral Desgraciado?
Llévame tranquilo en tu barca que remonta los vientos, hacia la nocturna presecencia de los sueños. Regalame por fin el único don verdadero, promesa de los épicos heroes de antaño, regalame mi dios amado, con la eterna quietud de la tumba.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Party Monster


Party Monster. Una fiesta de Blondie como pocas hay, se convierte de pronto en una especie de relajo bizarro dentro del caos familiar de la ciudad. Símbolo de lo extraño, o de lo grotesco, donde un disfraz intenta expresar lo que la naturaleza moral impide. El agobio del desorden citadino, el desdén, la apatía. Mucho tiempo ha pasado desde aquella vez, pero los recuerdos son claros. ¿Que es lo que habita en aquellas almas? El desespero, la emoción de ser otro por unas horas, de compartir con otros la aventura de un encuentro limitado. Sedientos del extasis musical, de burlarnos una vez más de las vicisitudes y desgracias acumuladas durante días. Acudimos sabiendo que terminará, bailamos sabiendo que el sol nos apuntará otra vez con su luz acusadora, e intentamos volver a la norma cobijados por la Luna. Más alegres y despejados, borrachos de energía, incluso de paz.
Momentos que imposibles de omitir, se van guardando en mi memoria, como si fuera un regalo del agotador camino, una pausa, un respiro.

Saber que puedes ser lo que quieras una noche,
y darte cuenta de que no estas solo.

(Saludos especiales a mi compañera de tantos momentos inolvidables. N.T.P.)

domingo, 6 de septiembre de 2009

Humo



Y me conversa la pena disfrazada de angustia; y aunque la alegría me busca, huyo veloz a la nocturna presencia del llanto. Pudiera ser que entre mis anhelos la poesía se escribe con justa melancolía; pudiera ser que entre los círculos más osados del tiempo, no me llevo bien con la sonrisa franca.
Y me quedo dormido, meditando sobre un altar olvidado, que proscribe oratorias amargas.
Y me confiezo golpeado, manoseado y fecundo de solemnes castigos y dolores sangrantes.
Amargado. Taciturno y apático... extrañado de mi.
Socavado por la pasión de las letras tatuadas bajo el sol del crepúsculo.

lunes, 31 de agosto de 2009

Reunión

Camino por el sonido alegre de tu recuerdo,
y te busco en el silencio perfecto de los árboles

Céfiro guía mis pasos, y la bendición
de Anteros me inspira.
Es la reunión de los amantes,
que inherente al ser humano,
desafía incluso el capricho de los dioses.

Ya mi cuerpo se exita
al encontrar el aroma de tu piel,
ya comienzan mis oidos entusiastas
a escuchar en el viento tu voz.

No hay trucos amor mío
estamos juntos aqui otra vez,
en medio del todo que formamos en la nada
Para unirnos, como si de una necesidad se tratase.

Acudiendo raudos y febriles
por los horrores y a través.
Para vernos enfrentados
al calor de nuestras intenciones
Aqui entre los árboles,
en el todo de nuestra reunión.




lunes, 24 de agosto de 2009

Ambivalencia

Las luces infinitas que brillaban en mi cielo
ya no existen mas

Ahogado y carcomido por deseos infernales,
me hundo en el secreto susurro de la tierra,
que insasiable, me acoge entre sus carceleros brazos

Una gota de cordura llega hoy a mi ventana,
son tus ojos exaltados,
es tu cuerpo, ¡son tus labios!

Quiero oirte en el silencio
y comprender que no hay vacíos

Sentir tu roce tibio,
desatando en mi la primavera,
liberando para siempre,
a mi alma que sola se desgarra.

Escrito en domingo

Mi Amor de pies ligeros
recorre las calles grisosas,
como huyendo de algún crimen grotesco,
abandona la quietud placentera de mis brazos
quiza buscando un aire alejado del mío;
intenta probar la vitalidad de mis suspiros,
deleitandose en este ir y venir cansino.

La pasión mesurada me sofoca
y no hay intento que la pueda mermar...

Huye otra vez amor mío y veráz
que con mi venganza, a tu regreso
no podrás más que rendirte al abrazo de mis labios,
al calor de mis caricias
que saciaran tu sed de libertad
con la expresión quemante de nuestra unión.