jueves, 29 de octubre de 2009

Clara

La joven recorre las calles oscuras,
azorada por la fragilidad de su sombra.
Y se pone al cubierto de las miradas ajenas tras los árboles enegrecidos.
Su madre siempre le dijo que tenía dones especiales,
que en sus venas se escondían extraños poderes.

Y ahora, tras su muerte, no dejaba de pensar en ello.

Que sentimiento mas extremo, el de perder a la única persona que tenía en el mundo. La única que nunca la llamó "Clara la enferma".

Giró sobre si misma para mirar por última vez las criptas grisosas. Allá, a unos cien metros, soñaba para siempre el cuerpo de su madre. Se llenaba de gusanos su sonrisa tierna. De tierra se cubría la calidez en sus abrazos.
"Tu camino se aleja del mío, y ya no puedo seguirte" pensó.

Y caminó hacia la plaza de la esquina, tocó el bolsillo de su pantalón, sacó un cigarrillo y lo encendió: "Ahora me toca vivir"...



Continuará...

3 comentarios:

  1. Me gusta... espero la continuación!!

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  2. no sé por qué me parece muy cercano...

    Espero que continúe luego para saber como se sigue viviendo, para saber qué se hace, para saber cómo se hace...

    :)

    S.T.

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  3. que quieres que te diga pues sueño de noviembre, me quedo con los gusanos en su sonrisa, mi parte favorita!!

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