jueves, 15 de octubre de 2009

Emociones Tardías

¿Carecen de sentido las emociones tardías?

Si pensamos que los sentimientos y emociones son medidas del organismo ante situaciones o estímulos, entonces ¿que estímulo nos hace recordar de tal modo que nacen en nosotros emociones alejadas del presente real?
Alguna marejada de olores, o quizás una caricia de conserva, cosas que nos empujan a dar un paso atrás, un alto en la carretera, tomar el teléfono de emergencia y llamar al celular que perdimos hace tiempo... ¿qué buscamos?
Muchas veces me pregunto porqué algún recuerdo o memoria me hace daño, o porque me río de situaciones lejanas. Las emociones tardías son algo así como soluciones parche, como un salvaguarda para cuando el presente nos impulsa a desconectarnos, una "cuerda huida" o una espina molesta imposible de quitar.
La sociedad siempre veloz nos impide mirar atrás con ojos de crecida madurez, de observar con tiempo aquello que nos sirvió, o lo que quizás pudimos aprender. Y como humanos que somos caemos en el carrusel del ombligo, y nos dejamos arrastrar por un torbellino cuyo centro esta en nuestro pecho, y nos llena de burbujas que, dependiendo del recuerdo, nos hacen reír o llorar.

No hay duda de que las emociones y sentimientos llenan el vacío que deja la banalidad, que pueden dar sentido al camino que recorremos, y que según los estudiosos, nos ayudan a sobrevivir.

Pero, ¿vale la pena vivir de recuerdos felices?, aveces escucho personas que se regocijan rememorando lugares, amores o contextos felices, sin embargo viven su vida ahogados en copas melancólicas y medio vacías. Vale para los recuerdos tristes, personas entre las que aveces me cuento, que nos aferramos a racontos algo masoquistas, en un flashback constante que nos deja en agujeros oscuros, nos ocultamos detrás de grandes anteojos, cuando podríamos disfrutar de la calidez del sol, de la alegría del viento.

Las emociones tardías, libros que ya leímos hace tiempo, y que retomamos en momentos inoportunos.

La seguidilla de pasajes que seguimos toman sentido con la sonoridad que se toma nuestras víceras, aquello que nos hace replantearnos la profundidad de las cosas, el "lado humano", las emociones son chispasos de energía palpitante, motivaciones encarnadas. Son movimiento constante. Creo que debemos sentirlas, disfrutarlas y abrazarlas en el momento. Aceptar lo que sentimos es un paso adelante en la carretera de la autorealización... un atajo a la felicidad.

No sirve de nada ocultarlas en la intimidad de nuestras almohadas, lo mejor es compartirlas con nosotros mismos, y regalarlas si corresponde.
Los recuerdos son algo que no se puede borrar, son la biblioteca del alma, la historia de la cual debemos aprender, para luego mirar con altivez y llenos de orgullo, que lo que pasamos, lo vivimos hasta el fondo...

Carpe Diem

7 comentarios:

  1. leo conservara su estigma... sus ojos se lo recuerdan dia a dia

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  2. A veces es necesario volver a recordar esas emociones, positivas o negativas... para aprender de ellas, o querer volver a sentirlas por otros motivos en el presente, o compartirlas simplemente...
    pero no son buenos los excesos... vivir de recuerdos ya es patético, una pérdida de tiempo, de un poco de vida.
    concuerdo contigo george !
    carpe diem too el rato jaja =)

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  3. me gusta porque es ligero y certero...
    no es una cátedra
    tiene mucho de alma, eso me gusta más
    no es académico, no es una guia

    por eso me gusta

    por eso te amo

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  4. muchas veces sirven las emociones tardias para recordar lo q no debemos volveer a hacer o lo q es mejor, lo único malo es q la mayoria se olvidan y las q quedan son muy buenas o muy malas pero alguien me dijo q hay q aprender a vivir con ellas y no de ellas......

    Vale

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  5. Cuando lleguemos a la vejez recordaremos muchas cosas del pasado pero con mucha suerte podremos encontrar nuestros anteojos... es un tema el aprovechar los recuerdos en su momento, tal cual se mata un buen vino cuando osamos calentarlo mucho, de igual manera nos arrepentimos cuando los recuerdos mueren en su intento.

    Un poco de elaboración, un poco de albahaca fresca, sal y pimienta...

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