viernes, 27 de diciembre de 2013

Amor y Ciencia Ficción

Y mañana dormiré eternamente como un Blancanieves, pero con bolas.

Y esperaré en la hediondez de mi cuarto, aferrado a mis sueños felices, despertar en tu mirada perdida.

Y la trinchera de cojines se despedirá de mi cama, y correré a cerrar la puerta con llave.

Si, soñaré cantos fieles de amor condenado, y moriré en la espera shakespereana de verte, porque mi corazón no sabe de renuncias.

Y mañana dormiré eternamente, con pastillas de menta, por si acaso me llega la muerte.

Tiempo

Tiempo.

De regalar regalos en paquetes y bolsas,
no quiero regalar palabras innecesarias.

Me niego, corazón estúpido,
a comer cuchillos candentes

Si no digo su nombre en voz alta,
su sombra oculta quedará, creo

Y en remolinos navideños de colores
como una pascua de emociones malditas

Se abrirá mi estómago empachado
de tu recuerdo y el mío (abandonado)

y entre tanto bullicio estival
 me pregunto si existe

Dicen que el hierro se arrodilla a su paso
que las heridas se cierran con su nombre

Y lo que queda de mi alma
entre gemidos y lamentos (maldiciones)

Una y otra vez se pregunta,
existes?

Tiempo.


sábado, 21 de diciembre de 2013

Búsqueda nocturna

Ay! el frío.

Las sábanas antárticas me abrazan, como lecho de flores marchitas.

Anhelo el encuentro de un abrazo viril, lujurioso y tierno.

¿¡Quién se llevado a mi compañía nocturna!?

En mis huesos escarba el silencio, agobiada huye de mi, lentamente la razón...

Imaginación bendita, llena con urdimbre plateada mi necesidad anhelante.

Que este palpitar tan rudo y constante,
Como hierba que en primavera crece,

Galope en silencio hacia el navío del sueño!!!

Oh queridos abrazos, aunque de noche me aturda su ausencia, mi esperanza es el amanecer.

Borroso miraré el horizonte luminoso,
Y mojado por el miedo,

Vagaré hasta encontrar al hombre,
Cuya sonrisa llene este vacío.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

It's Over

Se acaba.

La luz se apaga cuando el anochecer es ciego.
Las risas son recuerdos de tiempos mejores. Al dormir.

Intento tomar la tristeza por el mango, por favor.
No puedo decir ahora las palabras para despedirnos.

Lloramos juntos tantas alegrías que no pueden nombrarse.
Y se acaba, sabíamos que este momento llegaría.

Oh si! Por supuesto que agradezco su compañía,
sus abrazos, sus peleas (y las mías).

Agradezco el anhelo de ser mejores en nuestra inocencia,
de buscar temerosos ese orgullo tan esquivo.

Tanto tiempo en vela, buscando... leyendo.
Que nos queda ahora?

Espero que en su corazón algo quede de nosotros.

Que ves cuando me ves?
No quiero decir las palabras para despedirnos.

Y no hay distancia que nos separe.

Callaré los momentos que trajeron dolor,
y reiré en silencio nuestras alegrías distantes.

Cuando me halle solo, de regreso a casa,
buscaré sus sonrisas en mi silencio micrero.

A salvo en mi cama, en soledad nocturna,
llenaré mis espacios de sus carcajadas,

carcajadas entre timbres de recreos infames,
risas entre nosotros, risas cómplices.

Sabíamos que este momento llegaría,
y aquí estamos, lejos cada uno del otro...

regresando a casa con el cartón.

Regresando a casa solos...
pero no.