Aquí me quedo sentado, escuchando la guillotina del reloj matar al tiempo.
Las horas pasan como las musas, inspirando y enrojeciendo mi rostro alicaído,
entre el humo de mis cigarrillos, y el aliento rancio que brinda mi copa sangrienta.
Repienso en posibles y quehaceres, en futuros distantes, y me ahogo en ayeres.
Es el desvelo, la vigilia constante, la inconsciencia taciturna de un hombre en soledad.
No pude evitar sentir una sensación de identificación con esto...Sensaciones extrañas :)
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