jueves, 21 de febrero de 2013

Tortas de barro

Ayer le enseñé a mi sobrina (1 año y meses) el barro, primero lo tocaba con un sólo dedito y me miraba con gesto extraño mientras retiraba la manito, me senté en el suelo y me puse a jugar, mezclando barro aguado con tierra seca mientras ella me miraba.

Le pasé una pelotita de barro, la agarró y la apretó con fuerza como si fuera un chocolate que corrió entre sus deditos, me miró, se rió y se sentó a mi lado. Jugamos mucho rato entre silencio, risas y miradas brillantes.

Ella conoció el barro,
yo aprendí que hay pequeñas y simples cosas
que te pueden hacer feliz.
:)

1 comentario:

  1. Si no adoras el barro de pequeño y no quedaste completamente cubierto de él, no tuviste infancia :)

    ResponderEliminar

Todo mensaje es bienvenido, gracias!