Soy un hombre de veintitantos
tengo muchas historias que contar
muchas se viven en mis venas
a otras ha llegado la sequía
algunas se marcan en mis brazos
otras en el océano tras mis ojos
Soy un hombre de veintitantos
sentado un preferiado escribiendo
Siento hambre sed ganas de orinar y del dos
siento el frío el viento y el sol en la cabeza
puedo reír llorar odiar asquearme y sonreír
soy capaz de entregarme y restringirme
soy un hombre de veintitantos escribiendo
amando el tiempo que he tenido conmigo
he llorado durmiendo y despierto
sollozado en la cómplice oscuridad
he reído hasta las lágrimas en carcajadas
he odiado con la misma fuerza potente
con el mismo motor recalcitrante
con el que también he amado
Esta noche me la dedico egocéntricamente
amorosamente y narcísamente
Me abrazo y me amo por lo que soy
por lo que he construido a mi alrededor
Amo a los que me rodean y agradezco
en sincera nostalgia su verdad en la mía
Soy un hombre de veintitantos
y si muriera hoy
Moriría feliz.
Buena métrica y buen uso de las palabras.
ResponderEliminarHola, gracias!
EliminarCada historia que tenemos es una marca más en nuestra piel. Las experiencias nos hacen crecer, nos hacen aprender, y también sufrir. Eres un hombre de veintitantos que le queda mucho por vivir, y aunque moriría feliz, tiene harto que hacer. Haz dejado huellas, haz pasado por una serie de cosas, sin embargo si te amas tanto, no puedes dejar que la vida siga sin ti. Quienes están a tu alrededor, quienes te quieren, quienes saben la persona que eres, quieren más de ti, quieren que tu propia luz haga brillar no solo tu vida sino la vida de los demás, porque tienes esa capacidad, y además haces que tengan sed de ti. No cierres los ojos, no dejes de sentir, si eres un hombre, sigue a ese mar que esta tras tus ojos. Anda al baño para que vacíes tu orina, tal vez así puedes nadar y continuar contando todas esas historias que esconde tu cuerpo.
ResponderEliminarHola, muchas gracias por tus palabras :)
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