sábado, 16 de mayo de 2015

Despertar a media noche

Cansado y con sueño agotado eterno de noches sin descanso
enrollado en las sábanas de mi conciencia turbia enlentecida

Que desagradable despertar con el sabor de tus labios
con la cruel imagen de tu cuerpo sobre el mío

Tu sudor en mi lengua tu pecho sobre el mío
tu respiración acelerada una con la mía

Una mezcla de ponzoña dulzura en mi garganta
el teatro morfeo
la tonta manzana pecaminosa de recordarte

Y mi memoria de olfato de tacto de emoción
fuertemente descuidada y deseosa de tu cuerpo

mi sueño te busca enemigo de mi conciencia
mi cuerpo sigue esperando aquel que sacie la sed



1 comentario:

  1. Hay palabras que no necesitan ser dichas.
    Hay besos que no necesitan ser dados.

    Hay miradas que dicen mucho.
    Hay roces que estremecen el alma.

    ¿Sacia eso tu sed?

    El sabor de tus labios de miel saben a espinas filudas.
    Tu respiración es la tormenta que azota las mentes atormentadas.
    Ese cruel y tortuoso placer que provoca verte.

    ¿Sacia tu sed?

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